Alimentación y salud dental – Mitos y leyendas

El otro día hablaba con una clienta sobre salud dental canina, que es mi tema y me llamó la atención la cantidad de mitos y leyendas que existen sobre la relación de la salud dental y la alimentación.
Esa conversación fue un tigger en mi mente y me puse a investigar un poco sobre el tema. Primero, en libros de veterinaria, en la red y resolviendo las evidentes diferencias entre los animalicos y los humanos, así como las dudas que me surgieron, con un par de amigos dentistas que tengo.
En primer lugar decir que la boca además de reír, hablar, cantar y alguna cosa más que no digo aquí por pudor sirve fundamentalmente para comer. Y en la digestión la primera fase es la bucal, es la zona donde se mastica y se mezcla el bolo alimenticio con la saliva y esa fase previa es esencial para obtener los nutrientes esenciales para la vida.
Los hábitos alimentarios juegan también un papel en el desarrollo de la caries, si bien estas han disminuido en la población en general gracias al uso del flúor y una mayor higiene bucal. Como anécdota decir que en los animales las caries, a pesar de que muchas de las veces, su higiene bucal es nula, son infrecuentes y ello es debido a que la composición de su saliva, la composición del esmalte y la estructura de los dientes difiere bastante con la humana.
Hablando de alimentos vamos a comentar los mitos y leyendas más comunes:
- ¡Niño, no comas dulces o se te picarán los dientes!
Cuantas veces hemos oído esta frase, sobre todo de las abuelas ¿No? Pues bien, como en toda leyenda urbana, hay parte de verdad y parte de mentira.
Técnicamente, es cierto que el exceso de azúcares fermentable, efectivamente, promueven la aparición de caries ya que generan producción de ácidos. Estos, dañarán el esmalte y producirán la caries. Hasta aquí, las abuelas tenían toda la razón.
Pero a que nadie ha oído jamás: ¡Niño, no comas tanta paella o se te picarán las muelas! Pues bien, técnicamente esta afirmación, también es correcta. Está demostrado que las féculas (patata) y el almidón (arroz), que son también azúcares, por cierto, promueven la misma producción de estos ácidos dañinos para el esmalte.
Además, en Europa aunque el consumo de azúcares (ya sean fermentables o féculas) no ha disminuido, al revés ha aumentado, y si nuestras abuelas tenían razón’ ¿Cómo es posible que la incidencia de caries dental haya disminuido? La respuesta la tenemos en el uso generalizado de flúor y sobre todo en el cepillado regular son los que realmente evitan que se manifieste el alto poder productor de ácidos por parte de las bacterias que viven en la boca y que provocan la desmineralización de los dientes.
- Comer caramelos y chuches es malo
Otro dicho popular a poner en duda. Cierto es que los alimentos que se quedan pegados a los dientes durante más tiempo aumentan el riesgo de la aparición de caries pero ¿Un caramelo se queda pegado a los dientes? Pues no, lo cierto es que se va disolviendo con relativa rapidez y como desaparece de la boca genera menos riesgo de caries que por ejemplo, una patata frita, que al ser masticada si que se queda pegada a los dientes.
Las chuches son otro cantar, porque su textura suele promover el que queden pegadas a los dientes por lo que en este caso sí, podrían ser precursoras de caries.
- Comer muchas veces al día previene la producción de caries
Otra vez, una afirmación con cara A y cara B. En los períodos entre las distintas ingestas, ya sea de comida o bebida, la saliva actúa para neutralizar los ácidos y ayudar en el proceso de remineralización. Si se come o se bebe frecuentemente, no le damos tiempo al esmalte de los dientes para remineralizarse completamente y las caries comienzan a producirse.
Es más existen lo que se llaman, caries del biberón o caries de la lactancia. Se trata de una patología en la que los dientes de los niños se dañan debido a una exposición frecuente y prolongada a bebidas con azúcares, normalmente por medio del biberón. En particular, los problemas aumentan cuando se acuesta a los niños con biberones de leche de fórmula o zumo. El flujo de saliva se reduce mucho durante el sueño y los líquidos dulces permanecen alrededor de los dientes durante largos períodos de tiempo. Esto crea el entorno perfecto para que se desarrolle la caries dental.
- Los lácteos protegen de las caries
Sí y no, como todo. Por ejemplo, los quesos curados aumentan el flujo de saliva y así la remineralización. Acabar las comidas a la francesa, o sea, con un buen queso ayuda a contrarrestar la acción de los ácidos producidos por los alimentos ricos en carbohidratos consumidos en la misma comida.
La leche, sin embargo, a pesar de tener como azúcar la lactosa que tiene poco poder cariogénico sabemos que hay niños que toman el pecho que pueden tener caries, sobre todo si lo piden con frecuencia.
- Comer chicle es bueno para los dientes
Sí, es bueno, siempre y cuando usen azúcares que no puedan ser fermentados por las bacterias bucales. Edulcorantes como la sacarina, ciclamato, acesulfamo-K y aspartamo, y los sustitutos del azúcar como isomalt, sorbitol y xylitol. Si estos edulcorantes son sanos o no, ya es otro cantar que algún día me gustaría tratar con detenimiento.
La masticación del chicle favorece el flujo salivar y es más, algunos de estos productos tienen flúor en su composición porque se puede decir que aceleran la limpieza de los restos de alimentos tras una comida y que efectivamente, disminuyen el riesgo de producir caries.
Aún así, un producto que en su envasado pone ‘seguros para los dientes’ es el adecuado porque significará que ha pasado los controles reglamentarios y que efectivamente es así.
Y acabo con un simples consejos para mantener los dientes sanos:
– Iniciar el cuidado de los dientes en el periodo infantil y evitar que los niños se vayan a dormir con biberones de zumo o bebidas azucaradas.
– Cepillar los dientes al menos 2 veces al día y usar, en la medida de lo posible el hilo dental o los cepillos interdentales. Evitar hacerlo justo después de consumir productos altamente ácidos, por ejemplo un zumo de naranja.
– Hacerse revisiones dentales en los profesionales cada 6 meses
– No comer y beber continuamente
-Utilizar elixir bucal fluorados y chicles ‘seguros para los dientes’
Y hasta aquí la alimentación y la salud dental y sus mitos y leyendas, cuidarse es importante y hay que hacerlo, mucho y bien.
Imágenes | Olga Ayuso, Queso de Mahón, Christian Carlos Juarez