Lo prometido es deuda y aquí estoy con nueva receta. El tema de este mes es #comesanoCUÍDATE que es nuestro concurso de nuestro 5º aniversario. Y ya os dije que valía cualquier receta sana o cualquiera no tan sana pero que muestre que es para cuidarnos o que cuidamos de los que más queremos, incluídos nosotros mismos. En este caso el mimo va para mi padre que es de Infantes y además hoy celebramos el cumple de nuestro Jaime y por eso esta receta de alfonsinos.

Los alfonsinos, se tartan de un dulce parecido al macaron, o a las whoopie pies, pero en vez de merengue o galleta de chocolate, lleva un genovés, y en lugar de crema o ganache, entre medias, lleva crema pastelera. Acaba el conjunto un glaseado que da consistencia al pastel, imprescindible para que sean fieles a los originales, servirlos sobre una cápsula de magdalenas.

¿Qué son los alfonsinos?

Son un dulce tradicional de Villanueva de los Infantes, en Ciudad Real, el pueblo de mi padre y donde yo he pasado buena parte de mi niñez. Un pueblo precioso, con un rico pasado histórico-artístico y del que ya os hablé en el puñao. Los alfonsinos son una creación de la pastelería de más abolengo del pueblo, llamada LA PROViDENCIA pero que se conoce como Liguitas popularmente y que cuenta con más de 100 años de historia. La verdad es que el obrador tiene un sabor que no se puede aguantar.

Se llaman así en honor de Alfonso VIII el fundador del pueblo. Este que tras ganar la batalla de Las Navas de Tolosa en 1212 y expulsar así a los moriscos de la zona sur de La Mancha conocida como Campo de Montiel, fundó una población de repoblación llamada La Moraleja, dependiente de Montiel, capital de la zona. Con el tiempo el villorrio creció y ya en el S.XV el maestre de la orden de Santiago y a su vez, infante de Aragón, Don Enrique consideró oportuno separar La Moraleja de Montiel, en su honor, y el de sus hermanos los infantes D. Juan, D. Alfonso y D. Pedro que la villa cambió de nombre y se convirtió en la actual Villanueva de los Infantes. Fue ya en tiempo de Felipe II, que al ser mucho más grande que Montiel, fue declarada capital del campo de Montiel  y también sede de la orden de Santiago.

De todos modos, esta es la historia que más me gusta contar, aunque la verdad es que parece ser que se hicieron para la visita de Alfonso XIII a Villanueva de los Infantes y que le gustaron tanto que desde entonces la pastelería los enviaba de vez en cuando al palacio de Oriente.

De niño, recuerdo que no había celebración que no tuviese como postre Alfonsinos, y hace mucho tiempo le prometí a mi padre que intentaría imitarlos, como muestra de respeto a mis orígenes y como muestra de cariño máxima hacía él. Y aquí están, tras alguna que otra prueba, mis Alfonsinos muy logrados, a mi parecer y que paso a compartir con vosotros.

P.D: Cabe destacar la importancia de este rey en la zona sur de La Mancha, ya que hay más pueblos con dulces típicos con este nombre, en su honor, pero ya os lo iré descubriendo.

P.D.2: ya os dije que el ritmo del blog sería más slow pero mi intención es hacer recetas y textos más trabajados, porque es lo que más me divierte, sobre todo en los platos tradicionales, así que, me perdonáis el rollete histórico que os acabo de soltar.

Alfonsinos

Tiempo de preparación | 2h 30 min

Dificultad | fácil

Para | 21 alfonsinos

Ingredientes

Para el bizcocho genovés:
4 huevos medianos
125 g de azúcar
125 g de harina floja
Una pizca de sal
Para la crema:
2 yemas
250 ml de leche
3 cucharadas de azúcar
15 gr de maizena
1 vaina de vainilla o vainilla en pasta
Mantequilla (opcional)
Para el glaseado:
400-500 gr de azúcar en polvo
Agua

¿Cómo hacer alfonsinos de Villanueva de los Infantes?

Preparamos la crema pastelera. Para ello mezclamos un poco de leche fría en un vaso con la maizena. En otro recipiente batimos las yemas con el azúcar hasta conseguir una mezcla homogénea. Y luego vertemos la mezcla de leche y maizena y volvemos a mezclar.

En otro recipiente ponemos a calentar leche con 1 vaina de vainilla (aunque también se puede añadir vainilla en pasta). Retiraremos del fuego antes de que hierva, ya que la leche cuando hierve, cambia su sabor.

Añadimos la primera mezcla a la leche caliente y volvemos a llevar al fuego, eso sí, removiendo sin parar para evitar que las yemas de cuajen e ir dejando que la mezcla espese. No dejes que hierva. Lo suyo sería llegar a una temperatura de 80ºC pero si no tienes termómetro verás que la mzcla, al cabo de unos minutos espesa. Así estará lista.

Yo no lo hago pero si queréis un toque de cremosidad extra, podéis añadir unos pedazos de mantequilla a temperatura ambiente, una vez que la crema pastelera ha espesado. Además con mantequilla al enfriar queda más compacto, pero ya sabéis #comesanoCUÍDATE, la mantequilla no es necesaria.

Pasamos la crema pastelera a una manga pastelera y dejamos que enfríe completamente.

Ponemos a calentar el horno a 180ºC, vamos a comenzar a preparar el bizcocho genovés.

Agregar los huevos, el azúcar y una pizca de sal y poner la máquina a batir a máxima velocidad, unos 7-8 minutos. También se puede hacer con batidora de varillas, aunque puede que tardes un poco más. La mezcla ha de triplicar su volúmen.

Mientras, tamizamos la harina, en esta preparación este paso es imprescindible porque sin él, corremos el riesgo de que nos queden grupos muy desagradables si encontramos alguno a la hora de comerlos.

Luego, agregamos la harina, toda de golpe y con la ayuda de una espátula, la vamos integrando haciendo movimientos envolventes.

Preparamos 3 bandejas de horno con su papel y con una cuchara vamos formando las conchas de los alfonsinos. Horneamos durante unos 7 minutos. han de quedar dorados pero no demasiado para que quede lo más jugoso posible. Dejamos enfríar unos minutos y luego separamos del papel y dejamos enfríar completamente sobre una rejilla.

Luego ponemos sobre la concha de bizcocho un poco de crema pastelera, y tapamos con la otra concha. Así con todas.

Preparamos el glaseado, ponemos el azúcar en un recipiente y vamos añadiendo agua. Yo lo hago con un pulverizador para controlar mejor la cantidad. Debemos conseguir una mezcla líquida pero densa.

Por ultimo ponemos los alfonsinos sobre una rejilla, y esta sobre una bandeja, y con la ayuda de una cuchara glaseamos, es decir ponemos la mezcla de azúcra en polvo y agua por encima, cucbriendo bien la superficie. Dejamos secar unos minutos, mientras, podemos ir rellenado el resto.

Presentar los alfonsinos sonbre una cápsula de magdalena.

Tomarlos después de comer es una delicia, y lo dicho, presentes en muchas de nuestras celebraciones familiares. Ahora, aunque no tengamos a la pastelería La providencia cerca, podremos seguir celebrando con alfonsinos de Villanueva de los Infantes caseros en este caso el cumpleaños de Jaime. Una receta top para cuidar y mimar a mi padre y a nuestro cameraman <3.