Bilbao, o la ciudad ave fénix

cabecera del post

Bilbao puppy

Por circustancias de la vida, y me considero un privilegiado por ello, puedo decir que conozco casi todas las capitales de provincia de España, pero como en toda colección, faltaban algunas piezas. Y también como en muchas colecciones, hay piezas que son más valiosas que otras. Bilbao, era una de ellas. Un ciudad que entendía como un verdadero ave fénix por su capacidad de reinventarse así misma y además hacerlo con éxito.

Ria de Bilbao

Corrían los 80 cuando Bilbao, se da cuenta de que su industria ya no es lo que era. Una industria que había dejado una ciudad, gris, una ría contaminada y con costruccines de dudoso gusto, o al menos del gusto industrial, en la que la estética poco importaba. Visto, lo visto, había que darle un lavado de cara y ese lavado llegó gracias a la elección de la ciudad como sede del Museo Guggenheim en Europa.

Los responsables de la colección Guggenheim exigen siempre que sus obras estén en un edificio singular, y esté fue encargado a Frank O. Gerhy. Bilbao ganó el concurso y comenzó su resurgir. Y claro, uno que no tenía esta perla en su colección, había oído de todo, que si Bilbao es sucia y gris, que si solo es el Guggenheim o que si está preciosa, y que queréis que os diga, la solución a  ese batiburrillo mental pasaba por ir a verlo in situ. Además, Bilbao ofrecía una oferta gastronómica fabulosa, razón de más para pegarse un garbeo por la ciudad vasca.

En mi opinión, prueba más que superada; ante mis ojos encuentro una ciudad atractiva, muy recuperada, para nada gris, con la ría llena de peces y que desde luego es mucho más que un museo. Es más, te deja con ganas de volver. Además, añado, que en la reconversión, todo se ha hecho con mucho gusto, sin ‘corruptelas’ (cosa que no ha pasado en otras ciudades que también se han reconvertido, no diré cuales…) y sobre todo que el cambio gusta tanto a los de fuera, como a los propios bilbaínos que se sienten orgullosos de su ciudad (aplausos).

Y así, vamos a conocer la ciudad, comenzando por el motor del cambio, el museo Guggenheim, la ciudad en sí, con los puntos de interés que no te puedes perder si vas y como no, sus pintxos, y es que, si eres de los de turismo gastronómico, Bilbao es una pieza clave.

Bilbao guggenheim exterior

Museo Guggenheim

Desde luego, el edificio es imponente como pocos, y produce cierta emoción ver un sitio así que has visto tantas veces pero que nunca has podido sentir. En directo, es aún mejor. Yo no voy a hablar de su valor arquitectónico, porque ciertamente mi criterio poco importa, quiero hablar de sensaciones. Verlo, custodiado por el Puppy de Jeff Koons, emociona, de verdad, serán sus curvas, serán sus espacios, será que es distinto desde cada punto, no sé…

Visitarlo por dentro es obligado; además, te dan una guía estupenda que te explica conceptos de arquitectura y todas las obras que tiene dentro. El hall es un espectáculo donde la línea recta no existe y que en la presentación guiada te descubren como un verdadero corazón, y mira tú, será deformación profesional, pero consigue que te sientas un pequeño glóbulo rojo dentro de ese cuerpo de cristal, titanio y piedra caliza.

Bilbao serra

La colección permanente,  impresionante la obra de Richard Serra, la materia del tiempo y esas estructuras enormes de hierro, donde es una suerte poder perderse,  también las leds de Jenny Holzer. De la temporal, que está ahora mismo, una retrospectiva de Yoko Hono (yo lo siento, a mi está señora siempre me ha parecido ciudadana de Mamarrachí) y por otro lado, una interesante colección de uno de los cubistas más importantes, junto con Picasso y Gris, Georges Braque.

Bilbao esculturas

También destacables las esculturas exteriores, por si no quieres entrar pero quieres ver lo que es el Guggeheim, os cuento las que me impresionaron más, aunque las que comento no son las únicas. La primera, la famosa Mamá, esa araña gigante de Louis Bourgeois, el gran árbol y el ojo de Anish Kapoor, La escultura de niebla de Fujko Nakaya que se pone en marcha cada hora y como no Puppy de Jeff Koons, uno de los símbolos de Bilbao y que gustándome los canes y las flores, mucho, podéis imaginar que me encantó. Por lo que sé, la escultura viva, cambia cada 4 meses, según la estación. Un pieza temporal, creada para la inauguración del museo que al final, pasó a formar parte de la colección permanente.

bilbao fosterito

La Ciudad

Tuvimos mucha suerte, teníamos guías de lujo, Julen y Silvia y eso, es lo más, así que con ellos conocimos, un poco el nuevo Bilbao. Comenzamos nuestro recorrido por la plaza Moyua, centro de lo que se llama ensanche de Bilbao, donde está el hotel Carlton y el palacio Chávarri. Paralela a esta, la calle Ledesma, una calle llena de bares de pintxos, que es recomendable visitar. Muchos edificios de estilo art déco, a veces nos recuerda un poco a algunas calles de París o de Gran Vía madrileña.

También hay que recorrer la Gran Vía Don Diego López de Haro, donde está el edificio del BBVA o el diputación foral de Vizcaya, una calle que representa lo que era Bilbao y en lo que se ha convertido.

No lejos de allí está la antigua Alhóndiga de Bilbao, ahora convertida en un centro multidisciplinar, merece la pena entrar y ver las columnas del interior, son un espectáculo. Este edificio, representa muy bien lo que os decía del ave fénix y la reconversión de la ciudad.

Bilbao callejeando

Tampoco os podéis perder el Bilbao Arena, y todo el barrio que rodea el estadio San Mamés, una zona de ensanche nueva de Bilbao. Allí está la estación de autobuses, por si llegáis en bus.

Moverse por Bilbao es relativamente sencillo, ya que hay metro (cuya entrada son los famosos “fosteritos”) y tranvía (que recorre casi en su totalidad la ría). Si sois más aventurados también hay autobuses que funcionan perfecto.

Bilbao plaza nueva

El Casco viejo

Al casco viejo de Bilbao se conoce también como las siete calles (Somera, Artecalle, Tendería, Belosticalle, Carnicería Vieja, Barrencalle y Berrencalle Barrena) y está situado al otro lado de la ría. Accedemos a él por el puente de San Antón, que junto con la iglesia del mismo nombre están representados en el escudo de la ciudad.

En el Casco Viejo no debes perderte el Teatro Arriega, la Catedral de Santiago y como no, el más grande mercado cubierto de Europa, La Ribera (que casualmente se llama igual que mi clínica).

Bilbao puente

Ah, y no te escapes de las siete calles bilbaínas sin pasar por la plaza nueva y tomarte unos pinchos.

Bilbao pintxos

Los pintxos

En Euskadi, se come muy bien, eso lo sabemos todos, por algo son el lugar del estado con más estrellas Michelin en su territorio. Pero no todo son estrellas Michelin, no, si por algo es conocido es por los pintxos, esas tapitas, generalmente, sobre una rebanada de pan son famosas en toda España y en el mundo entero. No puedes ir al País Vasco y no pegarte una tarde de pintxos y Txacolís (fresquito).

Así pues, os dejo una lista de los que o bien probamos gracias a nuestros guías (aquí hay que mencionar a Álvaro, que estuvo con nosotros la segunda tarde, y nos dió a conocer el casco viejo) y los que vosotros mismos nos habéis recomendado en redes sociales.

– Tramuntana (diseño moderno) – Calle Músico Ledesma 5

– Café Iruña (muselina de jamón y pintxos morunos) – Calle Berástegui 4

-El Globo – Calle Diputación 8

-Zuga (Plaza Nueva)

– Victor Montés (Plaza Nueva)

– La viña del ensanche – Calle Diputación 10

– Café Bilbao (Plaza Nueva)

– Gure Toki (Plaza Nueva)

Bilbao foto familia

 Y esto fue nuestro paseo por Bilbao, corto porque esta ciudad ave fénix se merece mucho más tiempo, así que, nos quedan ganas de volver y más si nos guían nuestros amigos que fueron unos cicerone de excepción. ¿Y tú has estado en Bilbao? ¿Qué nos recomiendas visitar o qué bar de Pintxos te gusta más? Dínoslo en los comentarios y así seguiremos tus consejos cuando volvamos… (espero que sea pronto).

 

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Manu CatMan
Recetas de cocina con fotos y canal de vídeos en youtube. Gastronomía, Viajes, Restaurantes, trucos de cocina y excursiones en Mallorca. Manu CatMan

Comentarios 3

  1. LaCocinadeLasCasinas

    Aquí está la petarda, me rechifla Bilbao!! y vuestro post todavía más. La reconversión de la ciudad estuvo muy vinculada a Bilbao Ría 2000, empresa que conozco y a l@s que conozco, son de mi gremio, jajja. La escultura de la menina creo que es de Manolo Valdés, gran escultor afincado en NY, me apasiona. Conozco el Iruña y me encanta, para vuestro próximo viaje, os recomiendo un Revuelto de Perrechicos en la barra de Serantes, os gustará seguro. Próxima vez espero hagáis extensión a Asturias, bsss a los dos

    24.08.14 - 12:00 PM

  2. Jesús Delgado

    Manuuuuu, me ha gustado mucho el post. No conozco Bilbao, y eso que mi empresa está allí (y ya llevo 22 años trabajando). Me apunto todas tus referencias y si voy te daré mas sitios.
    Por cierto, ejem,ejem, eso de que conoces toda las ciudades de España, a ver si vienes a Huelva, ole mi Huelva.
    Saludos.

    24.08.14 - 12:00 PM

    • Manu CatMan

      Llevas razón Huelva tampoco lo conozco, solo de pasada y la provincia, a ver si se tercia.
      Abrazos

      24.08.14 - 12:00 PM

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Bilbao, o la ciudad ave fénix

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Bilbao puppy

Por circustancias de la vida, y me considero un privilegiado por ello, puedo decir que conozco casi todas las capitales de provincia de España, pero como en toda colección, faltaban algunas piezas. Y también como en muchas colecciones, hay piezas que son más valiosas que otras. Bilbao, era una de ellas. Un ciudad que entendía como un verdadero ave fénix por su capacidad de reinventarse así misma y además hacerlo con éxito.

Ria de Bilbao

Corrían los 80 cuando Bilbao, se da cuenta de que su industria ya no es lo que era. Una industria que había dejado una ciudad, gris, una ría contaminada y con costruccines de dudoso gusto, o al menos del gusto industrial, en la que la estética poco importaba. Visto, lo visto, había que darle un lavado de cara y ese lavado llegó gracias a la elección de la ciudad como sede del Museo Guggenheim en Europa.

Los responsables de la colección Guggenheim exigen siempre que sus obras estén en un edificio singular, y esté fue encargado a Frank O. Gerhy. Bilbao ganó el concurso y comenzó su resurgir. Y claro, uno que no tenía esta perla en su colección, había oído de todo, que si Bilbao es sucia y gris, que si solo es el Guggenheim o que si está preciosa, y que queréis que os diga, la solución a  ese batiburrillo mental pasaba por ir a verlo in situ. Además, Bilbao ofrecía una oferta gastronómica fabulosa, razón de más para pegarse un garbeo por la ciudad vasca.

En mi opinión, prueba más que superada; ante mis ojos encuentro una ciudad atractiva, muy recuperada, para nada gris, con la ría llena de peces y que desde luego es mucho más que un museo. Es más, te deja con ganas de volver. Además, añado, que en la reconversión, todo se ha hecho con mucho gusto, sin ‘corruptelas’ (cosa que no ha pasado en otras ciudades que también se han reconvertido, no diré cuales…) y sobre todo que el cambio gusta tanto a los de fuera, como a los propios bilbaínos que se sienten orgullosos de su ciudad (aplausos).

Y así, vamos a conocer la ciudad, comenzando por el motor del cambio, el museo Guggenheim, la ciudad en sí, con los puntos de interés que no te puedes perder si vas y como no, sus pintxos, y es que, si eres de los de turismo gastronómico, Bilbao es una pieza clave.

Bilbao guggenheim exterior

Museo Guggenheim

Desde luego, el edificio es imponente como pocos, y produce cierta emoción ver un sitio así que has visto tantas veces pero que nunca has podido sentir. En directo, es aún mejor. Yo no voy a hablar de su valor arquitectónico, porque ciertamente mi criterio poco importa, quiero hablar de sensaciones. Verlo, custodiado por el Puppy de Jeff Koons, emociona, de verdad, serán sus curvas, serán sus espacios, será que es distinto desde cada punto, no sé…

Visitarlo por dentro es obligado; además, te dan una guía estupenda que te explica conceptos de arquitectura y todas las obras que tiene dentro. El hall es un espectáculo donde la línea recta no existe y que en la presentación guiada te descubren como un verdadero corazón, y mira tú, será deformación profesional, pero consigue que te sientas un pequeño glóbulo rojo dentro de ese cuerpo de cristal, titanio y piedra caliza.

Bilbao serra

La colección permanente,  impresionante la obra de Richard Serra, la materia del tiempo y esas estructuras enormes de hierro, donde es una suerte poder perderse,  también las leds de Jenny Holzer. De la temporal, que está ahora mismo, una retrospectiva de Yoko Hono (yo lo siento, a mi está señora siempre me ha parecido ciudadana de Mamarrachí) y por otro lado, una interesante colección de uno de los cubistas más importantes, junto con Picasso y Gris, Georges Braque.

Bilbao esculturas

También destacables las esculturas exteriores, por si no quieres entrar pero quieres ver lo que es el Guggeheim, os cuento las que me impresionaron más, aunque las que comento no son las únicas. La primera, la famosa Mamá, esa araña gigante de Louis Bourgeois, el gran árbol y el ojo de Anish Kapoor, La escultura de niebla de Fujko Nakaya que se pone en marcha cada hora y como no Puppy de Jeff Koons, uno de los símbolos de Bilbao y que gustándome los canes y las flores, mucho, podéis imaginar que me encantó. Por lo que sé, la escultura viva, cambia cada 4 meses, según la estación. Un pieza temporal, creada para la inauguración del museo que al final, pasó a formar parte de la colección permanente.

bilbao fosterito

La Ciudad

Tuvimos mucha suerte, teníamos guías de lujo, Julen y Silvia y eso, es lo más, así que con ellos conocimos, un poco el nuevo Bilbao. Comenzamos nuestro recorrido por la plaza Moyua, centro de lo que se llama ensanche de Bilbao, donde está el hotel Carlton y el palacio Chávarri. Paralela a esta, la calle Ledesma, una calle llena de bares de pintxos, que es recomendable visitar. Muchos edificios de estilo art déco, a veces nos recuerda un poco a algunas calles de París o de Gran Vía madrileña.

También hay que recorrer la Gran Vía Don Diego López de Haro, donde está el edificio del BBVA o el diputación foral de Vizcaya, una calle que representa lo que era Bilbao y en lo que se ha convertido.

No lejos de allí está la antigua Alhóndiga de Bilbao, ahora convertida en un centro multidisciplinar, merece la pena entrar y ver las columnas del interior, son un espectáculo. Este edificio, representa muy bien lo que os decía del ave fénix y la reconversión de la ciudad.

Bilbao callejeando

Tampoco os podéis perder el Bilbao Arena, y todo el barrio que rodea el estadio San Mamés, una zona de ensanche nueva de Bilbao. Allí está la estación de autobuses, por si llegáis en bus.

Moverse por Bilbao es relativamente sencillo, ya que hay metro (cuya entrada son los famosos “fosteritos”) y tranvía (que recorre casi en su totalidad la ría). Si sois más aventurados también hay autobuses que funcionan perfecto.

Bilbao plaza nueva

El Casco viejo

Al casco viejo de Bilbao se conoce también como las siete calles (Somera, Artecalle, Tendería, Belosticalle, Carnicería Vieja, Barrencalle y Berrencalle Barrena) y está situado al otro lado de la ría. Accedemos a él por el puente de San Antón, que junto con la iglesia del mismo nombre están representados en el escudo de la ciudad.

En el Casco Viejo no debes perderte el Teatro Arriega, la Catedral de Santiago y como no, el más grande mercado cubierto de Europa, La Ribera (que casualmente se llama igual que mi clínica).

Bilbao puente

Ah, y no te escapes de las siete calles bilbaínas sin pasar por la plaza nueva y tomarte unos pinchos.

Bilbao pintxos

Los pintxos

En Euskadi, se come muy bien, eso lo sabemos todos, por algo son el lugar del estado con más estrellas Michelin en su territorio. Pero no todo son estrellas Michelin, no, si por algo es conocido es por los pintxos, esas tapitas, generalmente, sobre una rebanada de pan son famosas en toda España y en el mundo entero. No puedes ir al País Vasco y no pegarte una tarde de pintxos y Txacolís (fresquito).

Así pues, os dejo una lista de los que o bien probamos gracias a nuestros guías (aquí hay que mencionar a Álvaro, que estuvo con nosotros la segunda tarde, y nos dió a conocer el casco viejo) y los que vosotros mismos nos habéis recomendado en redes sociales.

– Tramuntana (diseño moderno) – Calle Músico Ledesma 5

– Café Iruña (muselina de jamón y pintxos morunos) – Calle Berástegui 4

-El Globo – Calle Diputación 8

-Zuga (Plaza Nueva)

– Victor Montés (Plaza Nueva)

– La viña del ensanche – Calle Diputación 10

– Café Bilbao (Plaza Nueva)

– Gure Toki (Plaza Nueva)

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