Hoy hace exactamente 10 años que llegué a Mallorca para quedarme, aquí he, como se dice comunmente, puesto el huevo, he creado mi particular familia. Diez años que han dado mucho de sí y que ha sido los más importantes de los 36 que llevo vividos. Las efemérides hay que celebrarlas y he elegido burballes mallorquines de cordero. Las burballas mallorquinas son un guiso tradicional de la isla que me acoge y que me va mostrando cada día sus secretos desconocidos para mí, las burballes son uno de ellos. A todo esto ¡Cómo pasa el tiempo!

¿Qué son las Burballes?

Las burballes mallorquines, un tipo de pasta artesanal mallorquina, se usa en todo tipo de guisos caldosos en Mallorca

Las burballas o mejor dicho burballes son un tipo de pasta artesanal mallorquina que se usa en todo tipo de guisos caldosos. Similar a los tallarines pero más finos y más anchos y que están elaboradas a base de semolina de trigo y agua (no llevan huevo). La fábrica denominada galletas Rosellons o especialidades Gelabert está en Porreras y aquí tenéis el enlace que lleva a su página web.

Es una fábrica artesanal que además de la línea de pastas, que se llama Bendinat, tienen turrones, almendras y avellanas y otros preparados para repostería y las galletas Rossellons, distintas de las Quely porque estas incorporan manteca en su fórmula.

Hay que saber que existen dos tipos de burballes, la llisa (lisa) y la arrisada (rizada), en sí la fórmula es la misma pero cambia que las rizadas tienen uno de los laterales rizado (ya os las enseñaré). También hay que saber que la receta tradicional de burballes es con liebre (llebre) pero cada uno hace su versión, con conejo, con pollo o incluso pichón… la receta es exactamente igual solo que cambiamos el tipo de carne y de huesos a usar en el caldo.

En galletas Rosellons también se hacen fideuí (fideos) que se usan normalmente para hacer otro plato típico en época de vendimia, els fideus des vermar (fideos de vendimia) y os lo cuento, porque estos sí se hacen de cordero siempre, aunque como digo, no con burballes sino con fideos y algún que otro cambio más pero mira aunque no sea época de vendimia ya, creo que los haré un día de estos y así comparamos ¡Tenemos que ir a conocer esta fábrica totalmente artesanal! ¡Pero ya! Si quéreis podéis leer el post de la visita a galletas Rosellons que hicieron nuestros amigos de click Mallorca para conocer un poco más.

Lo de hacerlas con cordero se debe a que cuando hicimos la pierna de cordero rellena de sobrasada, me quedaron colgando los huesos y me dije que quería hacer un buen brou (caldo) con ellos y ya que estaba, pues puse todo cordero, y salieron estas burballes mallorquines de cordero.

Un guisote contundente que no excesivamente calórico, muy mediterráneo y que si bien es cierto que requiere tiempo, es sencillo de hacer. Para mi gusto perfecto para comenzar a trabajar después de estas vacaciones que me han sentado de maravilla y para estos días de invierno fríos.

Burballes mallorquinas de cordero

Tiempo de preparación | 3h 30 min

Dificultad | Fácil

Para 4 – 6 personas

Ingredientes

Para el caldo:
1 cebolla grande
2 tomates rallados
2 dientes de ajo
2 L de Agua
Tomillo fresco
Romero fresco
los huesos de una pierna de cordero deshuesada

!Para condimentar la carne:
Sal
Pimienta
Pimentón
La carne de una pierna de cordero deshuesada cortada en cubos

Para el guiso:
El caldo de cordero
1 cebolla grande
4 tomates de ramallet rallados
2 dientes de ajo
La carne ya especiada
50 gr de sobrasada
1/2 Coliflor pequeña
150 gr de guisantes
Aceite de oliva virgen extra
400 gr de Burballes

¿Cómo hacer burballes mallorquines de cordero paso a paso?

Al lío, para hacer las burballas mallorquinas comenzamos haciendo un caldo casero. Y lo vamos a hacer a la como antaño, dejando las cosillas cocinarse a su amor. Así que sin prisa. El secreto de unas buenas burballes mallorquines son un buen caldo.

Pelamos la cebolla y los ajos y los cortamos lo más pequeñito que podamos, lo que sería una brunoise. En una cacerola ponemos un buen chorrete de aceite de oliva virgen extra, y cuando este caliente añadimos la cebolla y los ajos y dejamos cocinar unos 5 minutos, hasta que la cebolla torne transparente.

Mientras tanto pelamos los tomates y los trocemos, cuando la cebolla y el ajo estén ‘pochados’ los agregamos y dejamos cocinar unos minutos. Acto seguido añadimos los huesos de cordero, sofreímos unos minutos y luego añadimos las hierbas aromáticas. Agregamos agua (entre 1,5 y 2 litros), y dejamos cocinar a fuego bajo una hora y media o dos horas. Al final de este proceso colamos y reservamos. Es un caldo con poca grasa por lo que no hará falta dejar enfriar para desgrasar.

Después, en un recipiente condimentamos la carne con sal, pimienta y pimentón (recordad que la habremos cortado en pedazos relativamente pequeños). A continuación en una cacerola hermosa, ponemos AOVE y cuando esté caliente añadimos la carne. Sofreímos hasta que esté dorada.

Luego, añadimos la cebolla y los ajos (picados como en el paso anterior) y dejamos confitar o cocinar a fuego medio-bajo.

Es el momento de agregar los tomates de ramallet rallados, volvemos a dejar cocinar unos 10 minutos. Tendremos como una carne en salsa. En este punto, añadimos la coliflor, la sobrasada y los guisantes (los míos eran congelados), removemos un poco, sobre todo para que se funda la sobrasada y después añadimos el caldo reservado. Vamos a dejar que lleve a ebullición y dejaremos que hierva unos 20 minutos.

Pasado este tiempo añadimos las burballes, va bien partirlas un poco con las manos y dejamos que se hagan. Suelen tardar entre 10 y 12 minutos.

¿Conocíais esta pasta hecha en Mallorca? Cuando yo llegué a Mallorca tampoco. Espero que os animéis a cocinar estas burballes mallorquines de cordero y que os gusten porque este invierno habrá más burballes, ya os lo digo porque a mi me encantaron y ahora quiero hacer las de pollo y/o las de conejo. Venga que es lunes pero no va a poder con nosotros :-D.