Hacía siglos que no publicaba, sí más de tres años. Vuelvo con esta receta de Victoria sponge cake. Es mucho tiempo, lo sé, tanto, que pensé que este blog ya estaba abandonado.

Hoy día un blog es casi como un objeto vintage, porque ahora las recetas y las publicaciones se mueven en instagram y otras redes sociales, no sé, llamadme romántico pero me sigue gustando este formato.

Este pastel o tarta se llama así porque era el favorito de la reina Victoria del Reino Unido para tomar con el té. Tiene otros nombres como Sandwich de la Reina Victoria o Victoria Sandwich.

Consiste en dos bizcochos esponjosos con harina, huevos, mantequilla y azúcar, sólo 4 ingredientes que dan un resultado espectacular.

Los acompañan, mermelada de arándanos o cualquier otro fruto rojo, nata montada y se suele decorar con más frutos del bosque.

Si tenéis dudas o sugerencias, os pido que me las hagáis en instagram (@manucatman), porque es cierto que los comentarios en el blog están un poco parados por lo poco que actualizo.

Resumir tres años de ausencia es complicado, y no pretendo hacerlo en esta receta, ya me basta con entender todos los cambios que hay en el nuevo editor.

Tampoco sé si volveré a publicar como antes, solo sé que hoy me lo pedía el cuerpo, y aquí estoy escribiendo y compartiendo.

INGREDIENTES para la receta de Victoria sponge cake

Para los bizcochos

• 4 huevos L
• 240 gr de harina de repostería
• 200 gr de harina
• 240 gr de mantequilla fundida
• 1 sobre de impulsor químico (levadura royal)

Para el relleno

• 500 ml de nata (crema) para montar muy fría
• 4 cucharadas de leche en polvo
• 50-60 gr de azúcar en polvo (glas)
• unos 200 gr de mermelada de frutos del bosque (arándanos negros, fresa…)

Para la decoración

• Fresas y/o frambuesas frescas, arándanos negros, grosellas o cualquier fruto rojo que se te ocurra.
• Azúcar glas
• Nata montada

ELABORACIÓN

Funde la mantequilla en el microondas con cuidado de que no hierva, después sácala y reserva.

Con una batidora de varillas o un robot de cocina, bate los huevos junto con el azúcar hasta que monten, obtendrás una mezcla cremosa y muy aireada.

Agrega la harina, previamente tamizada, y el impulsor y con una espátula mezcla con movimientos envolventes.

Por último, añade la mantequilla fundida que estará más que templada, y vuelve a mezclar suavemente para no perder el aire.

Reparte la mezcla en dos moldes de 20 cm, previamente engrasados, y hornea a 180º unos 20-25 min con calor arriba y abajo o 20 minutos con ventilador.

Una vez horneados los bizcochos deja que se templen unos 10 minutos, desmolda y déjalos enfríar completamente sobre una rejilla.

Unas horas después, o unos días después, pon la nata (crema), que debe estar muy fría, a montar junto con el azúcar y las cucharadas de leche en polvo.

Todos los consejos de la nata montada os los conté hace tiempo en cómo hacer nata montada que no se cae y os invito a leerlo.

Pondremos la nata montada en una manga pastelera con una boquilla redonda.

Para montar el Victoria sponge cake, tomamos los bizcochos y los untamos de mermelada (en mi caso de arándanos negros) por uno de sus lados.

Sobre uno de los bizcochos, con ayuda de la manga pastelera distribuimos la nata (crema) montada, y luego tomamos el otro bizcocho y lo ponemos encima como si fuera un sandwich.

Decoramos con azúcar glas (lustre) y fruta fresca, para que no se mueva podemos poner algo de nata (crema) montada.

Consejos

El victoria sponge cake hay que conservarla en frío, porque lleva nata, pero eso sí, como los bizcochos llevan mucha mantequilla recuerda sacarla 1 o 2 horas antes de consumir o los bizcochos estarán extremadamente duros, ricos sí, pero no jugosos al estar la mantequilla demasiado fría.

Es muy fácil de hacer, ya sabéis si tenéis dudas, en instagram os respondo a todo.

Hasta aquí la receta de Victoria sponge cake, la primera de una nueva etapa, o no, porque esto nunca se sabe, ganas hay, veremos en que se materializa, confieso que lo de desenpolvar la cámara, me da bastante pereza :-), en todo caso sin agobios, ya se irá viendo.

Gracias por seguir ahí, tantos y tantos años.