Como ya no es tiempo de playa, en De excursión por Mallorca vamos a ir dejando de lado las calas y nos vamos a ir a conocer pueblos y lugares de interés tan bellos como cualquier playa. Mallorca es mucho más que sol y playa porque hay también, sitios preciosos llenos de historia, sabor y como no, magia. El primero de ellos se trata de Alcudia, un pueblo situado al este de la isla con tanta historia en su haber que la vamos a ir desgranando poco a poco.

Mi relación con Alcudia es muy especial, porque hasta hace nada era perfectamente desconocida para mi, he ido en varias ocasiones conste pero nunca me había parado a observar. Ha sido gracias a las últimas visitas que hemos tenido en casa que hemos tenido la oportunidad de disfrutar de la ciudad como un turista más y cámara en mano recorrer sus calles y así, descubrir toda lo bello que esconde.

La Alcudia romana | Pollèntia

La ciudad romana de Pollentia  fue capital de las Baleares en tiempos de la República y el Imperio. la entrada al yacimiento esta situada fuera del recinto amurallado, cuesta unos 3 euros  y desde allí comienza una ruta de unos 15-20 minutos que nos llevará a los lugares más interesantes que se conservan de tiempos de los romanos en la Alcúdia actual: la zona residencia (Portella) l, el foro, el Teatro Romano y el Museo Monográfico de Pollentia.
Revisión histórica del descubrimiento de la ciudad de Pollentia 
Las primeras noticias que tenemos de Pollentia datan del siglo XVI gracias a hallazgos casuales tan importantes como el busto de un Augusto Velado. Acontecimiento que es el punto de partida de todo un continuo de estudios que llegan hasta la actualidad.

Las primeras excavaciones sistemáticas se iniciaron el año 1923 a cargo del profesor Gabriel Llabrés Quintana, el cual obtuvo del estado no sólo el permiso oficial sino también una dotación económica para llevarla a cabo. La Guerra Civil marcó una parada en las investigaciones que más tarde se retomarían hasta la actualidad con nombres tan destacados Martín Almagro, Miquel Taradell, Daniel Woods o Antoni Arribas.

La ciudad romana de Pollentia, fundada el año 123 a.C. presenta actualmente tres áreas excavadas: una zona residencial conocida como La Portella, el Foro y el Teatro. El Museo Monográfico de Pollentia alberga la colección de piezas halladas en la antigua ciudad romana.

La Portella 
Se trata de un área residencial donde encontramos restos de tres casas romanas: la Casa dels Dos Tresors, Casa del Cap de Bronze y la Casa del Noroest.

La casa dels Dos Tresors conserva su planta completa y podemos identificar la estructura de domus romana con las habitaciones organizadas alrededor del atrio (patio interior).

La casa del Cap de Bronze no conserva la planta completa, pero sabemos que se trataba de una domus de mayores dimensiones que la Casa dels Dos Tresors y que probablemente constaba de peristilo.

También hallamos una zona de talleres y una muralla del siglo III que se construyó sobre las ruinas de la casa del noroeste que se hallaba deshabitada. La muralla atraviesa la Casa del Noroest.

El Foro 
Desde el interior del área de la Portella se accede al Foro, espacio abierto recientemente que constituía el centro cívico, religioso y comercial de la ciudad. Aquí se pueden contemplar restos del templo Capitolino, dedicado a Júpiter, Juno y Minerva.

Al este del templo capitolino se hallan dos templetes menores llamados Templete I y Templete II. También cuenta con una zona de tabernas que formaban la parte comercial del foro. Las actuales campañas de excavación están centradas en este área y así podremos verlo durante la ruta.

El Teatro 
Situados a las afueras de la ciudad de Pollentia, se constituyó como un centro de ocio para toda la población de la época con su construcción en el siglo I d.C.

El teatro excavado directamente en la roca es de forma semicircular, conserva parte de la cávea o gradería, la orquesta y la escena.

Museo Monográfico de Pollentia 
Se encuentra situado en el centro histórico, dentro de las murallas, en el edificio del antiguo Hospital del siglo XIV. En el museo se pueden apreciar un conjunto de piezas procedentes de las campañas de excavación llevadas a cabo a Pollentia, dispuestas según los materiales con las que estaban elaboradas. Hay que destacar las tres esculturas de mármol encontradas en el área del foro, así como la cabeza de bronce femenino que da nombre a una de las casas de la Portella donde fue encontrada.

La Alcúdia Medieval y Renacentista

Alcúdia tiene su origen en la antigua alquería islámica de “Al-Qudya” y que significa “el montículo”. Tras la conquista de las Baleares por el el reino de Aragón por Jaime I,  Alcúdia pasa a formar parte de los dominios del rey.

Es el hijo de este, Jaume II, con el dictado de las Ordenacions cuando la villa adquirirá la configuración actual con la construcción de las murallas  y será el quien comenzará la construcción de las murallas en el año 1300.

Uno de los atractivos de la muralla medieval son sus puertas de acceso. Originariamente eran tres, la Porta des Moll o de Xara, la Porta de Mallorca o de Sant Sebastià y la Porta de la Vila Roja.

La Porta de Mallorca o de Sant Sebastià era la que comunicaba la Villa de Alcudia con el Camino Real de Palma. Actualmente conserva el valle y presenta el aspecto que le dio la restauración de 1963 realizada por Guillem Alomar: dos torres exentas unidas por un matacán del que solamente se conservan las ménsulas que lo sustentaban. El gran portal de arco de medio punto da entrada al espacio con vuelta donde se aprecia el rastrillo que cerraba la puerta.

La Porta des Moll o de Xara comunicaba la villa de Alcudia con el puerto y aún se puede ver el rastrillo original.

En el siglo XVI reninado Felipe II, se empezó a construir el segundo recinto de murallas. Las que se conocen como murallas renacentistas. Destacan de esta época los baluartes en forma de estrella. Parte de la muralla Renacentista tuvo que ser derrumbada debido a un plan de saneamiento de la ciudad iniciado debido a las epidemias y para permitir el crecimiento de la ciudad pero aún así están los preciosos baluartes.

Otros lugares de interés son la Iglesia de Sant Jaume (adosada a la muralla medieval) y de aspecto fortificado y que contiene en su interior el Museo Parroquial con una interesante muestra de arte religioso.

Pero si hay algo encantador en Alcúdia es pasear por sus calles del centro histórico en el que podremos observar impresionantes casals del S.XVI en un excelente estado de conservación. Uno de los más destacados es Can Torró, sede de la biblioteca. Perderse por sus calles y vericuetos es un deleite para alma  que no podéis dejar escapar si venís a la Isla.

Alcudia es por tanto, uno de los lugares más bellos de Mallorca y bien merecía por mi parte dedicarle un de excursión por Mallorca más que nada porque me ha servido a mi mismo para pararme a verla y a disfrutarla. Espero que os haya gustado nuestro paseo.

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