Qué hacer en Santanyí, el paradisíaco pueblo del sur de la isla de Mallorca
Santanyí es un municipio situado en la parte suroriental de Mallorca y que está compuesto por distintos núcleos poblacionales: Cala d’Or, el más habitado, Santanyí, Alquería Blanca, Calonge, Cala Figuera, Porto Petro, Llombards, Cala Santanyí, Cala Llombards, Son Móger, Cap d’es Moro y La Costa, sumando entre todos unos 12,500 habitantes censados. Una vez presentados veamos qué hacer en Santanyí
Según una definición que acabo de encontrar, paradisíaco, además de referente al paraíso, se puede decir de un lugar que tiene características que se asocian al paraíso, como la belleza del paisaje, el bienestar, etc. y desde luego Santanyí y todos los núcleos poblacionales que lo componen tienen estas características, por eso cuando desde Som de Mallorca y el Ajuntament de Santanyí nos invitaron a conocer de primera mano, el que para mí, es uno de los municipios con más encanto de Mallorca, no lo dudé un segundo, y desde luego no podía dejar de compartirlo con vosotros, los/as que aún elegís el formato blog para leer y saber sobre otros lugares para haceros una idea y luego vivir vuestra propias experiencias.
Comenzando con la capital que da nombre al municipio, Santanyí, cabe destacar su mercado, que se celebra todos los miércoles y sábados por la mañana. Todo el pueblo se llena de paradas de fruta, verdura, embutidos, ropa, joyas y otras muchas curiosidades. Todo en un ambiente casi festivo de lo más agradable. Los días de mercado, personalmente, tienen algo que me atrapa y es que el color, los aromas o el ambiente son indescriptible, sin duda hay que vivirlo.
Además es buena idea aprovechar el día de mercado para recorrer los comercios habituales del lugar que también se engalanan para esos días de mercado e incluso sacan a la calle sus mejores mercaderías.
El órgano de Santanyí, situado en la parroquia de Sant Andreu, proveniente del convento de dominicos de Palma (hoy desaparecido) llegó a Santanyí desde cala Figuera en barco. Está considerado uno de los órganos barrocos más importantes de Europa. Su constructor, el mallorquín Jordi Bosch, también es autor de los órganos del convento de Sant Francesc de Palma, de la capilla del Palacio Real de Madrid y del monumental órgano de la catedral de Sevilla. Por sus méritos fue nombrado organista real de Carlos III. La decoración de su fachada el dominico Albert Borguny i Castelló, conocido como el Gaudí del S.XVIII.
El órgano es imponente, espectacular, diría que sobrecogedor. El Ajuntament de Santanyí lo quiere vivo, es decir, sonando; por eso organizan varios festivales y conciertos. El Plenum Organis Festival, ofrece música de órgano tocada por maestros y/o estudiantes todos los sábados de abril a octubre a las 12:00, y de forma totalmente gratuita. También se organiza cada año el Festival Internacional de música de Santanyí invitándose a distintos organistas internacionales a tocar para el disfrute de todos.
No es baladí que el el órgano de Santanyí sea el único del territorio que pertenece a la asociación europea de órganos históricos; es un imprescindible.
Adosada a la iglesia de Sant Andreu, encontramos este templo románico tardío de una belleza sublime. La talla de la Virgen del Roser del S.XVIII le da nombre. En una capilla aledaña se puede observar piezas que harán disfrutar a los amantes del arte sacro.
La oferta hotelera de Santanyí es mucha y variada, con mucho encanto como Eques petit resort, en Cala d’Or. Un antiguo terreno dedicado a la equitación y ahora reconvertido en un coqueto hotel con bungalows, donde la calma, la paz y la exquisita atención están aseguradas. También puedes encontrar al lado de calas maravillosas otro hotel como el Hotel playa Mondragó en Sa font de N’Alis, en el parque natural de Mondragó. Así que si estáis pensando visitar Santanyí no dudéis en darle unas vueltas a la oferta hotelera porque seguro que encontráis lo que buscáis.
La cultura talayótica se estableció en las Baleares, fundamentalmente en Mallorca y Menorca, durante la edad de Bronce y la edad de Hierro, un periodo muy amplio que dejó muchos restos y vestigios. En Mallorca existen varios poblados, el más completo sin duda el de ses Païses. Ses Talaies de Can Jordi son unos de los más grandes yacimientos pero aún está en fase de excavación. Su recinto amurallado y su talayot circular con su corredor, son los elementos más destacados. La cultura talayótica es fascinante y única España y os animo a que investigueis más sobre ella.
Sobre este yacimiento tenéis mucha más info aquí.
En la bodega Son Alegre en Calonge que produce unos vinos sensatos, honestos y delicados totalmente ecológicos. Una bodega con filosofía de respeto a la tierra, al medio que le rodea y no emplea combustible fósil alguno. Esta empresa está capitaneada por Miquel, y os aseguro que si habláis con él unos minutos, veréis que hay una congruencia total entre lo que piensa y en cómo actúa. Un gran descubrimiento su rosado Embat, coupage de Syrah y Cabernet de Sauvignon.
No menos interesante es el aceite que se produce en la finca, Sileo, palabra que viene del latín y significa calma o silencio, como sinónimo de armonía. Un aceite también ecológico que además de fruta en distinto punto de envero (armónico), recogidas a mano y que incorpora aceitunas de acebuche (la oliva silvestre) para darle estabilidad, y que le aporta un sabor muy especial.
Es Fortí es una antigua construcción militar que está situada en la bocana de Cala Llonga. Fue construida poco después de la llegada de los Borbones, en la guerra de sucesión española, que justamente desembarcaron en ese punto para tomar la la isla.
Luce así desde 1995, año en que acabó su reconstrucción tras un periodo de importante abandono, una vez perdida su función militar.
Como curiosidad contar que, aunque data de 1730 fue reconstruido en 1792 debido a que un tsunami lo dañó profundamente. Todavía se pueden ver algunos de los “grafitis” de los miembros de las guarniciones que allí vivían.
Está abierto durante todo el año con visita gratuita y las vistas del atardecer son espectaculares. Nosotros tuvimos puesta de sol amenizada con la música de Jaume Más y explicaciones del artista de la famosa Piedra de Santanyí Gori Uceda, que nos hizo hasta coger el cincel, nos sentimos como los artistas que en la edad media construyeron la catedral de Palma precisamente con esta piedra.
Actualmente Es Fortí se utiliza justo para eso, para eventos y conciertos al aire libre, sobre todo en verano.
Un planazo, recorrer la marina de de Cala d’Or y aprovechar para tomar el aperitivo al solete y luego comer en cualquiera de los muchos restaurantes que jalonan la marina de Cala d’Or.
Cala d’Or fue proyectada como una urbanización al más puro estilo ibicenco, sueño del promotor inmobiliario Josep Costa Ferrer, originario de la isla vecina. Es una de las promociones turísticas más antiguas de Mallorca, se proyectó en 1933 en lo que era conocido como Ses Puntetes (Cala Gran, Cala Petita y Cala Llonga) y en un principio se llenó de artistas. La presión turística de los 70-80 fue fuerte pero aunque ya no se vean casas de una sola planta, el estilo se ha mantenido hasta día de hoy y así lo refleja la normativa municipal.
Cala Figuera tiene un encanto especial, es pintoresca, y guarda todo el sabor de antaño. Sedujo al mismísimo Archiduque Luis de Baviera que estuvo a punto de comprarla en su totalidad, decidiendo finalmente por zona norte de la isla. También recorrió sus calles Grace Kelly en una de sus visitas a Mallorca.
Tiene forma de Y y lo ideal es recorrerla a pie al completo por unas pasarelas de madera, que sirvieron para que Rocío Jurado grabase un vídeo musical.
No defrauda, es pintoresco y romántico a la vez y si el apetito acecha es el lugar perfecto para comer pescado fresco en cualquiera de los restaurantes del puerto, uno rico rico, el Bon Bar.
Desde el puerto de Cala d’Or hasta Cala Llombards pasando por lugares tan emblemáticos como Portopetro, el Parque Natural de Mondragón, el Puerto de Cala Figuera, el monumento natural (uno de mis favoritos) Es Pontàs o Cala Santanyí, todo en una lancha ultra potente que invita a ir de pie sobre un asiento que simula una silla de montar. Un auténtico parque de atracciones sobre el mar gracias la pericia del personal de sea riders.